De ocho patas dicen que está provisto (o cargado) el caballo del dios Odín, Sleipnir, cuyo pelaje es gris y que anda por la tierra, por el aire y por los infiernos; seis patas atribuye a los primitivos Antílopes un mito siberiano.
Con semejante dotación era difícil, o imposible, alcanzarlos; el cazador divino Tunk-poj fabricó unos patines especiales con la madera de un árbol sagrado que crujía incesantemente y que los ladridos de un perro le revelaron.
También crujían los patines y corrían con la velocidad de una flecha; para sujetar, o moderar, su carrera, hubo que ponerles unas cuñas fabricadas con la leña de otro árbol mágico.
Por todo el firmamento persiguió Tunk-poj al Antílope. Éste, rendido, se dejó caer a la tierra y Tunk-poj le cortó las patas traseras.
"Los hombres, dijo, son cada día más pequeños y débiles. Cómo van a poder cazar Antílopes de Seis Patas, si yo mismo apenas lo logro."
Desde aquel día los Antílopes son cuadrúpedos.
PD: Que majo que era ese cazador... lo hizo por los seres humanos asi que se COMIO todas las patas sobrantes de TODOS los antilopes del mundo... que majo... y en africa los negritos pasando hambre...
joer... me lo estoy imaginando...
ResponderEliminar"Tunk-poj: el videojuego"
ir por ahí amputando piernas de antílope...
.... pero que animales más monos....
ResponderEliminarPD: ya sta! uno más. jajaja
PDD: ahora ya en serio me pongo a hacer los trabajos
creo que estas cosas ya no interesan...
ResponderEliminarOye muy interesante. No te desanimes y escribe más de esto. probablemente la gente no lo haya visto con las vacaciones, los puentees y tot això.
ResponderEliminarPor cierto, quiero uno de mascota (¿Me dajará mi madre?)