lunes, abril 27, 2009
El Odradek
Unos derivan del eslavo la palabra odradek y quieren explicar su formación mediante ese origen. Otros la derivan del alemán y sólo admiten una influencia del eslavo. La incertidumbre de ambas interpretaciones es la mejor prueba que son falsas; además, ninguna de ellas nos da una explicación de la palabra.
Naturalmente nadie perdería el tiempo en tales estudios si no existiera realmente un ser que se llama Odradek. Su aspecto es el de un huso de hilo, plano y con forma de estrella, y la verdad es que parece hecho de hilo, pero de pedazos de hilos cortados, viejos, anudados y entreverados, de distinta clase y color. No sólo es un huso; del centro de la estrella sale un palito transversal, y en este palito se articula otro en ángulo recto. Con ayuda de este último palito de un lado y uno de los rayos de la estrella del otro, el conjunto puede pararse como si tuviera dos piernas.
Uno estaría tentado de creer que esta estructura tuvo alguna vez una forma adecuada a una función, y que ahora está rota. Sin embargo, tal no parece ser el caso; por lo menos no hay ningún indicio en ese sentido; en ninguna parte se ven composturas o roturas; el conjunto parece inservible, pero a su manera completo. Nada más podemos decir, porque Odradek es extraordinariamente movedizo y no se deja apresar.
Puede estar en el cielo raso, en el hueco de la escalera, en los corredores, en el zaguán. A veces pasan meses sin que uno lo vea. Se ha corrido a las casas vecinas, pero siempre vuelve a la nuestra. Muchas veces, cuando uno sale de la puerta y lo ve en el descanso de la escalera, dan ganas de hablarle. Naturalmente no se le hacen preguntas difíciles, sino que se lo trata —su tamaño diminuto nos lleva a eso— como a un niño. «¿Cómo te llamas?», le preguntan. «Odradek», dice. «¿Y dónde vives?» «Domicilio incierto», dice y se ríe, pero es una risa sin pulmones. Suena como un susurro de hojas secas. Generalmente el diálogo acaba ahí. No siempre se consiguen esas respuestas; a veces guarda un largo silencio, como la madera, de la que parece estar hecho.
Inútilmente me pregunto qué ocurrirá con él. ¿Puede morir? Todo lo que muere ha tenido antes una meta, una especie de actividad, y así se ha gastado; esto no corresponde a Odradek. ¿Bajará la escalera arrastrando hilachas ante los pies de mis hijos y de los hijos de mis hijos? No hace mal a nadie, pero la idea que puede sobrevivirme es casi dolorosa para mí.
FRANZ KAFKA
1. El título original de este relato es Die Sorge des Hausvaters. («La Preocupación del Padre de Familia».)
PD: Se acerca mi entrada Nº 200 y como soy un copión también quiero hacer algo raro o especial asi que no se... mandadme dibujines con algun chiste que os haya gustado especialmente o enviadme vuestros chistes preferidos a la dirección que aparece en el lateral, ala!
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un ser cuanto menos... inquietante.
ResponderEliminar¿y si lo construimos siguiendo las descripciones? vale que no se movera ni hablara pero...
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¿o si que se moverá y hablará? o_o
PD:Si, por lo menos hablará,ya que la palabra clave es "ablar" (sabrá hablar, pero no escribir)
XDDDD que bonito, no sé porque pero me han dado ganas de tener uno en mi escalera y achucharlo cada vez que pase por ahí.
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